domingo, 22 de noviembre de 2009

La Ruptura del Gral. Horacio Vásquez con el Gobierno del Gral. Ramón Cáceres.




Por: Andrés J. Morillo

El Gral. Ramón Cáceres se encontraba ejerciendo su segundo período de gobierno, después de haber ganado las elecciones realizadas en 1908. A pesar de los frutos de estabilidad e institucionalidad que su gobierno había alcanzado para la fecha una fuerte crisis social agobiaba para entonces al país. Dicha crisis social era provocada por ciertos sectores, tales como algunos “militares y políticos Lilisistas desalojados del poder hacia años”, y que junto con varios Jimenistas, forzados por el control que ejercía el gobierno por medio a su aparato militar sobre las instituciones de recaudación del Estado, dejaron de percibir los ingresos que obtenían cometiendo fraudes mercantiles, contrabandos marítimos y todas las irregularidades aduanales que se realizaban para la época.

Esto se expresó “en una miseria espantosa para todos aquellos que no estaban preparados para la lucha intestina por su existencia y que no tenia recursos pecuniarios ni poseían ninguna propiedad y que además se hallaban privados de toda instrucción” . Estos sectores al verse imposibilitados de realizar sus mecanismos de malversación se vieron obligados a cometer actos delictivos, así lo muestran las siguientes cifras sobre el aumento de la criminalidad durante el período de 1906 a 1911: “en 1906, los tribunales de justicia juzgaron 1,714 delincuentes implicados en 1,447 causas; en 1910, el número de delincuentes ascendió a 3,061 implicados en 2,580 causas” y “a 3,674 el números de delincuentes envueltos en 2,953 causas juzgadas en 1911” .

Este control que el gobierno del Gral. Ramón Cáceres ejercía sobre las finanzas nacionales y las instituciones oficiales “lejos de traer la estabilidad al gobierno y la regularidad en la transmisión de los poderes presidenciales, provocó un efecto contrario” , que se manifestó en su máxima expresión con el rompimiento político entre el jefe del Parido Horacista (Los Coludos), el caudillo nacional por excelencia, el Gral. Horacio Vásquez y su primo el Presidente de la República, el Gral. Ramón Cáceres.

Para 1909, el Gral. Horacio Vásquez por insistencia del presidente, Gral. Ramón Cáceres y de don Emiliano Tejera, había aceptado dos años atrás el cargo de Administrador General del Gobierno en la construcción del ferrocarril de Moca a Santiago, que era una continuación del ferrocarril Central Dominicano. Para entonces los trabajos de construcción habían progresado con rapidez y sin dificultades cuando “el Gral. Vásquez supo que el gobierno estaba envuelto en una transacción que era, ni, más ni menos, un intento de especulación con las tierras expropiadas (de adeptos suyos A. J. M.) por el gobierno nacional de acuerdo con el derecho de dominio eminente para la construcción del ferrocarril” .

De inmediato, al recibir las quejas el Gral. Vásquez se dirigió al gobierno en “protesta” sobre las supuestas expropiaciones de tierras que se les habían hecho a algunos de sus allegados.

El Ministro de Hacienda y Comercio, el Licdo. Federico Velásquez Hernández, mano derecha del presidente Cáceres y que según muchos fungía de Primer Ministro del gobierno, donde todo tenia que pasar por sus manos, respondió de inmediato a las reclamaciones del Gral. Vásquez, el cual se encontró ofensivas a su persona lo dicho por este, iniciándose un período de tensión dentro del gobierno y del Partido Horacista (Los Coludos), que terminaría con la ruptura definitiva entre el Gral. Vásquez y el gobierno, ya que el presidente Cáceres favorecía y apoyaba al Licdo. Velásquez.

No ponemos en duda de que este tipo de especulación sobre las expropiaciones de tierras pudiera estar circulando, no obstante hasta el momento no se ha identificado documento oficial alguno que certifique estas supuestas transacciones hechas con tierras expropiadas, lo que deja entre dicho las reacciones tomadas por el Gral. Vásquez quien “renunció y decidió suspender toda relación con el gobierno” .

Entonces ¿Qué razones motivaron al Gral. Vásquez romper con el gobierno del Gral. Cáceres?

La respuesta está en los propósitos políticos y el carácter del Gral. Vásquez donde “la ambición política era una pasión dominante”, a esto le sumamos que los propios seguidores del Gral. Vásquez, así como los del presidente Cáceres, estaban ejerciendo presiones y provocando intrigas para crear una ruptura entre estos; “los allegados al Gral. Cáceres y algunos de sus Ministros hostilizaban al Gral. Vásquez, limitando su influencia en el gobierno y separaban de los cargos públicos a cuantos le eran devotos. Este último se sintió desairado e impulsado por un grupo de jóvenes, deseosos de implantar el más avanzado liberalismo; no ocultó su desaprobación a la política gubernamental”, esperado solo el momento apropiado para actuar, púes aprovechó la circunstancia interna que le proporcionó el supuesto hecho de las expropiaciones de tierras para romper sus vínculos e iniciar la ejecución de su proyecto político.

En el verano de 1909 el Gral. Vásquez partió hacia Francia alegando que se trataba de un viaje de recreo, poca semanas después se estableció en la ciudad de New York, de donde manifestó su condición de opositor al gobierno dominicano.

Desde esta ciudad recibió informaciones del curso que seguía la administración del Gral. Cáceres, lo que lo llevó a tomar la decisión de escribir y enviar en febrero de 1910 una carta al presidente de la república, en la cual “no tuvo la intención de hacer pública, fue sustraída del correo e inmediatamente publicada en toda la república”. Según algunos la carta fue “redactada por el Licdo. Enrique Henríquez”, pero el Gral. Vásquez asumió toda la responsabilidad de ella. Antes de que la carta llegara al presidente Cáceres, se había dado con ella un “caso singularísimo de que comenzara a circular ampliamente en el país, en hojas sueltas” . Se sostiene la idea de que la aludida carta fue sustraída por “un agente de Velásquez, cosa muy probable, ya que la influencia y el poder de este en el seno del gobierno había llegado a tal extremo que todas las cuestiones públicas eran referidas a él y luego al Gral. Cáceres, en última instancia; hasta los miembros del congreso estaban acostumbrados a consultar al señor Velásquez antes de dar su voto, para saber cuales eran los deseos de la administración” .

No entraremos en detalle sobre el contenido de la carta, pero al conocerse “los amigos del presidente Cáceres y los empleados públicos le dirigieron cartas aprobatorios de su política, declarándose separados del Gral. Vásquez cuya conducta condenaban”, dando por hecho la ruptura política entre estas dos figuras que había librado juntos un sin número de luchas políticas, a parte de estar aparentados familiarmente. “Vásquez se sintió traicionado por Cáceres, su ex-subalterno político; y las emprendió contra el. Al obrar aquel así, Cáceres se sintió a su vez traicionado y acusó a su ex-jefe de sinvergüenza” .

Al ver tal situación algunos miembros del Partido Horacista intentaron conciliar la relación entre estos; tal fue el caso del Gral. Casimiro de Moya, quien viajó a la Cuidad de New York a entrevistarse con el Gral. Vásquez y limar las asperezas, pero todo fue infructuoso. La ruptura política era un hecho consumado entre estas dos figuras que habían dominado el escenario político de inicios del siglo xx.

Igual situación se dio en el Partido Jimenista (Los Bolos) donde un grupo de los más prominentes, tales como: Francisco Henríquez y Carvajal, los Grullón, Francisco J. Peynado, Fiallo Cabral, Machado y casi todos los intelectuales jimenistas se inclinaron hacia el presidente Cáceres, mientras que los hombres de acción del partido jimenista, tales como: Mauricio Jimenes, Desiderio Arias, Zenón Toribio y otros se inclinaron hacia el Gral. Vásquez, que junto con un grupo de horacistas enemigos del gobierno de Cáceres, tales como: Enríquez Henríquez, antiguo lilicista, Santiago Guzmán Espaillat y Francisco Espaillat de la Mota, iniciaron una fuerte campaña de oposición.

¿Por qué la mayoría de los intelectuales Jimenistas se inclinaron hacia el gobierno de Cáceres y la mayoría de los hombres de armas del Jimenismo se inclinaron hacia el Gral. Vásquez?

Esto lo responde, en primera instancia la estabilidad política y el desarrollo económico que había logrado el gobierno de Ramón Cáceres, al organizar el tren gubernamental, un anhelo que propugnaban la mayoría de los intelectuales del país durante esta época, pero sobre todo era un gobierno que se identificaba con este sector burgués, mientras que los hombres de armas acostumbrados al desorden político, vía por la cual lograban obtener sus ambiciones políticas y económicas, no aceptaron ni acogieron el orden establecido, decidiendo así unirse al Gral. Vásquez, hombre aguerrido y de naturaleza belicosa, pensando que con este podían lograr sus propósitos.

Lo cierto es que con la separación de estos dos lideres caudillistas, el país volvía pronto al desorden institucional y al caos político, y a vivir una nueva experiencia política, como lo fue el intento de establecer una dictadura de carácter militar por parte de una figura que no era un caudillo tradicional, ni siquiera era un cacique local, sino que era un egresado del cuerpo militar que había organizado y profesionalizado el presidente Cáceres y que sólo era conocido en los círculos militares y en la cúpula del gobierno; nos referimos al coronel Alfredo Victoria.

Quedó demostrado con esto que “les faltó visión política tanto a Cáceres, como a Vásquez, pués dentro del régimen democrático, en proceso de formación, habría habido cabida, sobre la base de la alternabilidad, para todas las aspiraciones y no era justo ni prudente ni acertado cerrar a Horacio Vásquez los caminos de la presidencia cuando contaba con simpatías de una parte preponderante del país y cuando los vínculos existentes entre ellos y los numerosos amigos comunes, el triunfo de uno no implicaba necesariamente la caída de otros. Careció también Vásquez de habilidad para sortear escollos. Con un poco de flexibilidad de su parte y una conciliadora explicación hubiera despertado tal vez, en el alma generosa de Món Cáceres, aquel arraigado sentimiento, mezcla de afecto y admiración hacia el, que le hizo en otros tiempos brazo ejecutor de sus planes políticos. De haber continuado ambos identificados en ideales y en el propósito de llevarlos a la práctica, como los concibieron en el amanecer de libertad del 26 de julio, habrían orientado los destinos patrios hacia la anhelada implantación de una democracia” .

Es preciso señalar que estos hechos ocurrieron en la superestructura política, “sin que las grandes mayorías populares víctimas de una creciente miseria, tomara parte de ello” , o sea que estos hechos ocurrieron dentro de los cuadros jerárquicos del horacismo, de jimenismo y del Cacerismo, que eran burgueses.

“Se trataba en el fondo de una pugna inter-burguesa que se desarrollaba en el escenario del partidismo caudillista análogo” . Las masas populares del pueblo consideraban como ídolo del partido al Gral. Vásquez, el Cacerismo o Moncismo, era un fenómeno circunscrito a la burguesía y a determinados sectores de la clase media, ubicados sobre todo en la capital y en las regiones donde había dinamismo económico permitido por las industrias azucareras.

Este Cacerismo o Moncismo, también “era un disfraz del cual frecuentemente se servia el Velaquismo naciente”. En el Cibao la situación era disímil: la burguesía horacista y los sectores de la clase media, mantuvieron viva su lealtad al caudillo, resumiendo así al decir que estas contradicciones “inter-burguesas”, tenía una base geográfica de acción; se trataba de una pugna entre la burguesía Horacista cibaeñas y la burguesía capitaleña y surdestana Cacerista.

LA NOCIÓN ÉTNICO-RACIAL DE LA POBLACIÓN DOMINICANA EN ANTONIO SÁNCHEZ VALVERDE


LA NOCIÓN ÉTNICO-RACIAL DE LA POBLACIÓN DOMINICANA EN ANTONIO SÁNCHEZ VALVERDE
Andrés J. Morillo

Introducción

El sacerdote Antonio Sánchez Valverde es una figura históricamente importante, no necesariamente por su trabajo eclesiástico-misionero, sino más bien por su contribución a la historiografía y al pensamiento filosófico de Santo Domingo, el cual estuvo siempre “al día con las disputas y críticas sobre el continente Americano de los filósofos europeos” de su época. Utilizó su pluma para defender de las injurias y de las imputaciones que hacían algunos científicos europeos sobre América y corregir la errada visión que tenían sobre los recursos naturales y sobre los pobladores de la isla de La Española. Estas contribuciones hacen que Antonio Sánchez Valverde ocupe un lugar muy especial en el proceso de la Ilustración Hispanoamericana.

Antonio Sánchez Valverde podría considerarse el intelectual simbólico del siglo XVIII “el aporta el esfuerzo más notable dentro de las letras coloniales de Santo Domingo con once extensas obras a su nombre, con otras inéditas y otras tantas hasta hoy no localizadas, su orientación liberal y enciclopédica lo presenta como el prototipo del ensayista reformador de la época ilustrada hispanoamericana” es por eso que consideramos que el aporte de Sánchez Valverde necesita reconocimiento y renovado estudio; en tal sentido hemos llevado a cabo en el presente ensayo un análisis sobre la noción étnico-racial que tenía Antonio Sánchez Valverde de la población dominicana, es decir, que reflexionaremos sobre la descripción que él realiza de la agrupación natural de individuos que conformaba el conglomerado nacional de su época, tomando en cuenta que sus obras son consideradas de los primeros ensayos historiográficos que versan sobre el origen y definición de la población dominicana, tratando de responder a un dilema histórico que ha sido objeto de discusión: ¿De qué somos resultado? ¿Quiénes somos?. Además, durante el siglo XVIII, empieza a darse un proceso de definición cultural y social frente a la metrópolis que repercute en la búsqueda de una identidad nacional.

Centralizaremos nuestro análisis en la obra principal de Antonio Sánchez Valverde “Idea del Valor de la Isla Española y utilidades que de ella puede sacar su monarquía”, que es sin lugar a dudas “la primera síntesis de calidad delimitada en el terreno de la colonia” y que constituye un referente primordial en la historiografía nacional. En ella se encuentran expuestas una serie de propuestas transformadoras y conjeturas sociales sobre la sociedad dominicana, que a su vez nos reflejará la percepción historiográfica que se ha tenido del pasado dominicano. A través de esta obra trataremos de destacar cinco aspectos que a nuestro juicio nos permitirá identificar la noción étnico-racial de la población dominicana que se tenía durante este período, y que consideramos que es a partir de dicha noción étnico-racial que se manifiesta el nacimiento de un sentimiento criollo que representa lo nacional, con lo que podríamos encontrar una explicación histórica a la búsqueda aclaratoria de lo que somos como pueblo.

En este ensayo nos proponemos resaltar los aportes historiográficos de Antonio Sánchez Valverde que al igual que otros ensayistas del siglo XVIII en Hispanoamérica intentó configurar una visión de América y especialmente de la isla La Española, apoyándose en su defensa de lo criollo y en la determinación racial de la población dominicana. “En efecto, Sánchez Valverde subrayó que la historiografía americana era defectuosa porque había sido escrita por personas que jamás cruzaron el océano Atlántico y los que si llegaron a América escribieron frecuentemente con una segunda intención” ; con esto forjó el comienzo de los primeros escritos criollos que reconocieron el valor de la colonia de Santo Domingo.

Fundamentalmente trataremos los siguientes aspectos: iniciaremos contextualizando el panorama histórico en que Antonio Sánchez Valverde desarrolla su pensamiento, permitiéndonos conocer las fuerzas ideológicas que imperaban y en las que Sánchez Valverde ajusta sus razonamientos; además relacionaremos los acontecimientos históricos que sucedieron en la colonia que sin lugar a dudas lograron moldear sus ideas.

El segundo aspecto trata sobre las consideraciones que tenía Antonio Sánchez Valverde sobre la población aborigen, resaltaremos a su vez la importancia que este le daba, y la forma que en sus explicaciones la consideraba, esencialmente como el factor determinante en la transmisión genética o tronco común de la población dominicana; al mismo tiempo reprueba la funesta exterminación de esta raza aborigen, mostrando así la relevancia o posición de importancia étnica-social que tenía de dicha raza.

El tercer aspecto que trataremos es la percepción de Antonio Sánchez Valverde sobre los negros esclavos: la condición social y humana que le asignaba, la importancia que tenían para él, la forma en que veía a los negros libertos y el vínculo sexual que tenían los amos con sus esclavas, pautas que nos permiten deducir sobre la visión y consideración que tenía nuestro autor sobre los negros esclavos.

El cuarto y último aspecto se refiere a las características étnicas-raciales que le asignaba Antonio Sánchez Valverde a la población dominicana en sentido general; aquí describe los elementos raciales que él considera dieron forma a la población dominicana. Describiremos su denotada cosmovisión hispanista y su arraigo hacia lo español, también define racialmente el dilema de donde venimos y lo que somos como pueblo; hace uso de una serie de designaciones en la búsqueda de una identidad propia ajustadas a las razas progenitoras.

Panorama histórico en que se desarrolla el pensamiento de Antonio Sánchez Valverde

El pensamiento intelectual del siglo XVIII en el continente americano estaba fuertemente permeado e influenciado por las ideas de la ilustración europea que se difundían por el mundo civilizado de la época, es “a partir de la mitad del siglo XVIII, que los escritores en Hispanoamérica comienzan a mostrar cambios con respecto a las influencias que reciben, propios de la ilustración y del enciclopedismo, lo cual reinaba con bastante aceptación” , estas ideas produjeron impactos significativos en el desarrollo del sentimiento criollo americano frente a las respectivas metrópolis.

El medio intelectual americano, especialmente el hispanoparlante de esta época se caracterizaba por el surgimiento de un incipiente movimiento de pensadores que plasmaron en sus obras aquel sentimiento criollo de autodefinición contra las naciones europeas, es “durante el siglo de las luces que se desarrolló el pensamiento criollista ilustrado que pretendió reformar la sociedad americana de fines del coloniaje español” .

Por un lado estaba el grupo que buscaba la renovación de la sociedad americana con el rechazo absoluto de los vínculos con la metrópolis y por el otro lado estaba el grupo que buscó la reforma bajo el ideal político-liberal de una unión equitativa de su patria con España. Así el ensayo se convirtió en el instrumento intelectual predilecto para presentar las realidades sociales y promover cambios dentro de la sociedad colonial ya que “era necesario cambiar el opresivo y sofocante sistema económico de España y las injustas restricciones hacia el grupo criollo” . En la literatura de este período sobresalieron figuras de mucha relevancia en el quehacer intelectual, tales como: “Antonio Meléndez Bazán, Pedro Agustín Morel de Santa Cruz, Jacobo de Villaurrutia, Carlos María Bustamante y Antonio Sánchez Valverde” .

Con estas ideas de la Ilustración es que Antonio Sánchez Valverde en la colonia española de Santo Domingo va conformando su pensamiento identificado con aquel grupo que buscaba reformar la sociedad colonial bajo el ideal político-liberal en unión a España; en un medio que venía marcado por una reanimación económica que se da “a partir de la cuarta década del siglo XVIII” ; sin embargo esta reanimación no alcanzó el impulso necesario para reapuntar la economía a un grado más alto. Esto estimuló a Antonio Sánchez Valverde a proponer alternativas en la búsqueda de soluciones para optimizar la economía de la colonia.

Tiempo atrás el panorama social-económico de la colonia era desalentador; la escasez demográfica que había experimentado, producto de las devastaciones de 1605 y 1606, tenía paralizada la economía de la isla, sumiendo a su población en una miseria tal que “la mitad de las viviendas de piedra de Santo Domingo cayeron en ruinas” y “al caso de que las señoras de posición social prestigiosa prefería asistir a misa en la madrugada, por considerar que no tenían ropas acorde con su dignidad” . Esta despoblación trajo consigo, en las zonas norte y noroeste de la isla, el establecimiento de aventureros franceses, dedicados originalmente a la piratería y a la caza de reses, lo que llevó a mantener un escenario de enfrentamientos entre estos aventureros franceses y la milicia criolla que agudizó la situación de miseria, a tal punto que se vieron imposibilitados en hacerle frente a tales invasiones.

Con la firma del Tratado de Ryswick en 1697, se da un alto a las hostilidades entre las colonias, lo que posteriormente permitió un flujo comercial estimulado por la prosperidad que venía teniendo la colonia francesa de Saint Domingue, es decir, “para que Santo Domingo entrara en una fase de recuperación hubo que esperar a que la colonia francesa lograse una dinámica de crecimiento acelerado” . Esta reanimación de la economía de Santo Domingo Español estaba marcada por diversos factores internos del sistema esclavista imperante, que complejizó la posición de la élite dominante para enrumbar el desarrollo económico a base de la esclavitud.

Por un lado estaba la escasez de esclavos del cual adolecían los dueños del aparato productivo de la colonia; por otro lado la gran cantidad de manumisiones de esclavos, las cuales se expresaban en un aumento de libertos y esclavos jornaleros que en ocasiones, tendieron a aislarse en los montes y campos, debilitando aún más el sistema esclavista; y por último está el hecho de las relaciones sociales “paternales” entre los esclavistas y los esclavos, que habían obstruido las posibilidades de explotación intensiva en el sistema esclavista de la colonia; esto eclipsaba el deseo de las clases dominantes de beneficiarse del auge económico que le proporcionaba la colonia francesa de Saint Domingue al no disponer de mano de obra esclava para el trabajo.

Pese al movimiento favorable que se generó en la época que “pudo por lo menos salir de su miseria extrema” , la colonia seguía aislada del comercio marítimo, en un desinterés marcado por la ausencia de respuestas y medidas favorables a los problemas de la colonia por parte de la Metrópolis Española, tanto que “Santo Domingo continuaba como la colonia más pobre del imperio español” . Esto generó desencanto y frustración en los sectores dirigentes que veían mutilado los deseos de progreso “no logrando pasar de un estado de mediocridad económica derivaba del primitivismo de la ganadería” .

Bajo este panorama es que Antonio Sánchez Valverde desarrolla sus ideas plasmadas en sus obras, especialmente la de nuestro interés “Idea del Valor de la Isla de Española y sus utilidades, que de ella puede sacar su monarquía”, publicada en Madrid en 1785, y que posee un “corte ilustrado indudable, preocupado por la determinación de las causas de los procesos como medio de columbrar remedios” . Su formación académica-intelectual se aprecia en muchas de sus obras y sermones tales como: “La América Vindicada de la Calumnia de haber sido la madre del mal venéreo”; “Sermón de la purificación de nuestra señora”; “El predicador”, entre otras, en ellas trata de validar sus razonamientos utilizando teorías científicas que habían surgido en aquella época, sobre todo buscó una ecuanimidad entre la fé y la razón.

El hecho de que un criollo tome la pluma para escribir dadas las circunstancias en que se encontraba la colonia de Santo Domingo durante el siglo XVIII, es ya una hazaña de grandes proporciones y de mucho meritos. “El inconformismo presente en los escritos de Antonio Sánchez Valverde hace que sea posible enlazar su obra con la de otros reformadores criollos que en diversas partes del Caribe y del continente utilizaron la pluma para despertar la conciencia de sus compatriotas y exigirle cambios a la metrópolis” . El mayor deseo de Antonio Sánchez Valverde fue corregir las penas de su patria dentro de un esquema reformista sin romper con España.

Esbozo Biográfico de Antonio Sánchez Valverde

Las permanentes injusticias que se cometían en aquella época contra la población mulata mantenían aislados a las personas de color, esto creó en Antonio Sánchez Valverde el anhelo de una reforma social igualitaria, ya que este era mulato hijo del agrimensor Juan Sánchez Valverde quien a su vez era descendiente de un militar español llamado Pedro Sánchez Valverde que se había casado con una mulata, e hijo de la señora Clara Díaz de Ocaña descendiente del militar Andrés de Ocaña nativo de Bayaguana. Sánchez Valverde nació en Santo Domingo, quizás en 1729 en un medio familiar militar, criollo y mulato, perteneciente a la clase alta de la época, lo que le permitió poder acceder a una buena educación.

Se dedicó a estudiar la carrera del sacerdocio reservada para sujetos de cierto nivel étnico y social, pero Antonio Sánchez Valverde, pudo ser admitido al clero a pesar de su condición de mulato; ya que tal condición generaba dificultades a las cuales posteriormente se enfrentaría. Su formación intelectual la desarrolló en el colegio de los jesuitas San Francisco Javier, transformado en aquellos años en Universidad de Santiago de la Paz y Gorjón, donde alcanzó la Licenciatura de Teología en 1755 adquiriendo una sólida formación humanística. “De los jesuitas se debe la marcada influencia filosófica- religiosa de la teología positiva tan evidente en sus escritos y en su fervor antiaristotélico” , luego alcanzó el grado de bachiller en derecho civil con los padres Dominicos en la Universidad de Santo Tomás de Aquino en 1758. “Precisamente allí se encuentra el balance intelectual de Antonio Sánchez Valverde porque aunque los padres Dominicos enseñaran la separación de las cosas terrenales de las religiosas, este no apreciaba ninguna contradicción entre la integración de la fe y la razón” . Por eso establecemos que Antonio Sánchez Valverde desarrolló su formación intelectual en medio de contiendas filosóficas, estudiando en ambas universidades, sacando de cada una de ellas lo necesario para adquirir su propia visión del mundo.

Antonio Sánchez Valverde llegó a tener buen manejo tanto en los idiomas modernos, el inglés y el francés, como de los clásicos, el latín y el griego lo que le posibilitó tomar parte activa en las polémicas europeas sobre América, además estudió en detalles los libros filosóficos escrito por el holandés Cornelius de Pauw (1739-1799) especialmente su obra Recherches Philosophiques sur les Americains (1768-9) sobre la común creencia europea de que la sífilis tuvo su origen en Santo Domingo. Antonio Sánchez Valverde se enfrentó a esta polémica con un celo criollista muy marcado, así se comprueba en su obra América vindicada de la calumnia de haber sido madre del mal venéreo (1785).

Fue asignado a la parroquia de Bayaguana, también designado profesor de la Universidad Santo Tomás de Aquino y promotor fiscal eclesiástico. Pese a su brillante inteligencia, tuvo muchos obstáculos para su inclusión al cabildo eclesiástico, donde se presentó al concurso por oposición para una canongía en la catedral de Santo Domingo, que nunca pudo lograr a pesar de su capacidad, y superioridad frente a los demás candidatos. “El 5 de noviembre de 1766, durante el proceso normal de sustituciones de los prebendados, la Cámara de Indias mando una carta al gobernador y Capitán General y Presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo (1758-1770), Don Manuel de Azlor Urríes de Vera y Guerra de Aragón, pidiendo le que rindiera cuenta sobre los dos posibles candidatos a la canongía vacante en la Catedral de Santo Domingo. Los candidatos eran Don Ignacio Granados Caro y Antonio Sánchez Valverde. El gobernador en su carta del 6 de febrero de 1768 a la Cámara de Indias hizo una recomendación muy desfavorable de Sánchez Valverde, en cambio hizo una excelente recomendación de Ignacio Granados Caro, por lo que la canongía le fue dada a este.”

Aunque en 1765 recibió la dignidad de racionero fue víctima por su condición de mulato, debía de realizar la prueba demostrativa de “pureza de sangre” que nunca probó y que le hizo desarrollar una actitud beligerante, entrando en conflictos con los medios burocráticos civiles y eclesiásticos “hizo reclamaciones escritas y protestas con serias acusaciones” . Tuvo que emigrar del país pasando a residir en Caracas y Santiago de Cuba, donde trató de obtener una canongía, concursos que también perdió, pasando posteriormente a España donde publicó sus obras. Su posición inconformista, crítica, beligerante y defensiva le trajo problemas que culminaron con su traslado a México, como racionero de Guadalajara.

Es preciso resaltar que en las actuaciones de Antonio Sánchez Valverde siempre mostró sus convicciones iluministas tanto en socorro de los pobres como en la defensa de su patria “dejando correr su pluma en defensa no solo de los españoles criollos o indo-hispanos sino también de los europeos” . Tal vez el mejor ejemplo de esta premisa es el caso de Antonio Sánchez Valverde en la defensa de José Beltrán. Posiblemente la añorancia y el extrañamiento debieron de resultarle duro a una persona tan apegada a su tierra natal, muriendo poco después, posiblemente en 1790.

Consideraciones de Antonio Sánchez Valverde sobre la población Aborigen

Antonio Sánchez Valverde en su obra “Idea del Valor de la Isla Española y utilidades que de ella puede sacar su monarquía” , le atribuye una importancia primordial a la población indígena de la isla. Realiza una descripción de elogio y exaltación a la raza aborigen “bien alimentados, ágiles, sanos, preactivos y fecundos” , colocándolos en una condición racial no superior a los europeos, pero sí a la raza negra africana, que la veía sólo como un instrumento de trabajo, “el renglón más útil y estimable” para el desarrollo de la colonia.

Explica que las habilidades de supervivencia de los aborígenes eran admirables dada “por la robustez, sanidad y fecundidad” que mostraban estos habitantes, al mismo tiempo resalta la organización político-administrativa que poseían estos nativos “componían cinco poderosas monarquías, cuyos soberanos tenían a su obediencia muchos señores o caciques menos principales.” Estas explicaciones de elogio la utilizaría para tomar a esta raza como la progenitora del criollo.

Antonio Sánchez Valverde defiende la población indígena de los preceptos filosóficos de Mr. Pauw, quien le atribuye un origen racial degenerativo, esto provoca una reacción contestataria en Antonio Sánchez Valverde, cuando este “levanto su voz en defensa de América y de la clase criolla de La Española y proclamó las ponencias extranjeras como falaces, injustas e infundadas. Asimismo, defendió a España y a sus colonias en el nuevo mundo y proporcionó la justificación de la expansión imperialista de España” . Acusa a Pauw de desconocer a los aborígenes americanos y su medio natural, y para apoyar sus ideas utiliza los argumentos del padre Charlevoix al decir “que los antiguos isleños gozaban de buena salud y vivían allí largo tiempo” incluso más que los europeos.

Para sustentar aún más su posición frente a Mr. Pauw describe la forma en que vivían los aborígenes, sin opresión ni injusticias ni restricciones los “primeros habitantes vivieron naturalmente felices en crecido número con solo los desperdicios (digámoslo así)” vivían libres sin ataduras, lejos de los vicios y enfermedades, con lo que les proporcionaba la naturaleza señalaba Sánchez Valverde. También explica como los aborígenes se han adaptado al clima y a los alimentos, llevándolos a un proceso de mutación que les facilitaba la supervivencia en la isla.

Otro aspecto que destaca Antonio Sánchez Valverde es la funesta desaparición de los aborígenes, acusando a Francisco de Bobadilla y a Nicolás de Ovando, como los responsables de su exterminio, “una vez de dar libertad a los indios conforme a las piadosas intensiones de los Reyes, les redujo a la más dura servidumbre, haciendo un censo de todos ellos y repartiéndolos entre los habitantes para el beneficio de las minas de cuya violencia se siguió considerable menoscabo en su número” . Enfatiza como hecho lamentable la pérdida de esta población aborigen “unos desertaban por las costas en busca de continente o de alguna isla favorable y otros morían de viruela, enfermedad que arrebato a más de 200 mil en poco tiempo” ya que la mano de obra de estos era necesaria para el beneficio que generaban las minas.

Es con esta raza que Antonio Sánchez Valverde identifica su condición de mulato, al considerar a los naturales como “indo-hispanos” descendientes de los españoles e indios, dejando a un lado “otros elementos étnicos y culturales, especialmente los afroamericanos” , de una población que para la época era mayoritaria.

Percepción sobre los negros esclavos.

Antonio Sánchez Valverde consideraba a los negros esclavos como simples instrumentos de trabajo, la materia prima para el desarrollo de la economía de la colonia, no les asignaba ninguna condición nacional “no cabían dentro de la comunidad de dominicanos” incluso lo excluía de toda condición humana. Para Antonio Sánchez Valverde como incuestionable esclavista, los negros esclavos sólo representaban la llave para salir de la depresión económica que agobiaba a la colonia, expresaba “¿cuál es esta llave?... bien saben que son las manos, principalmente de los negros” estos eran la salvación de la economía nacional, los más capaces para trabajar en las condiciones climáticas que presentaba la isla “son los únicos sujetos a propósito para el cultivo de la zona tórrida.”

Aunque los historiadores europeos acusaban a los españoles criollos de flojedad, dada la pobreza del lado español, Antonio Sánchez Valverde sostuvo que la verdadera razón de la desproporción de la producción en La Española, era la falta de esclavos negros en el lado hispano, y no a la dejadez de los criollos. Por tal motivo propuso un plan específico para el restablecimiento económico de La Española: la reforma de la esclavitud, con el sistema Francés como modelo.

La forma en que describe a los negros y negras es hasta cierto punto despectiva y degradante, pero tomando en consideración que lo que buscaba Antonio Sánchez Valverde, era fortalecer el sistema de explotación esclavista, púes se hace ajustable a sus consideraciones. Condenó a los esclavos jornaleros y a las esclavas domésticas decía que “viven sin disciplina, ni sujeción, la hembra, por lo regular de mal uso de su cuerpo y los hombres del robo” esto nos deja ver el firme criterio que tenía nuestro autor sobre los esclavos.

Reprobó las libertades otorgadas a los esclavos especialmente a las esclavas, con quienes sus amos solían “agradarse de ellas y ligar una familiaridad pecaminosa” , prometiéndole y dándoles libertad cuando traían en sus vientres descendientes de ellos, esto para que sus vástagos nacieran libres. En sentido general a estos libertos los estimaban como “unos holgazanes, desarreglados y que han de subsistir casi necesariamente de la inequidad.” Proponía el cese a estas libertades o manumisiones, que se regularizara y que no se permitiera el vínculo sexual de los amos con sus esclavas, para evitar así el debilitamiento del sistema esclavista.

Características étnicos-raciales de la población dominicana según Antonio Sánchez Valverde.

Antonio Sánchez Valverde pertenecía a la élite social de la época, a la clase social instruida, culta, pero sobre todo esclavista, que representaba la minoría en la colonia y su incidencia en el poder económico, social y político era absoluta. Eran los dueños de los medios de producción y del poco capital que existía, tenían en sus manos la administración de la burocracia eclesiástica y seglar.

Esta clase social fue reaccionando ante el descuido de la metrópolis, tomando una conciencia criolla que respondía a sus intereses particulares, y que versaban sobre el impulso del desarrollo del sistema esclavista; pero al no encontrar respuesta por parte de la metrópolis, fue considerando la autodefinición, en este caso étnico-racial. Aquí comienza a evidenciarse el motivo elemental que llevó a Antonio Sánchez Valverde a definir su grupo social étnicamente (era mulato), además, esta definición racial venía dada por varios factores; por un lado estaba la defensa contra los argumentos de algunos autores extranjeros, especialmente de los franceses que acusaban a los habitantes de América y de la colonia española de Santo Domingo de seres humanos de una raza degenerativa, “el mismo principio me ha dejado correr la pluma en la defensa de los criollos o indo-hispanos, contra los vicios de sangre, la holgazanería y defectos de sagacidad con que quieren envilecerle el extranjero” .

Por otro lado están las ocasiones en que fue víctima de discriminación por su color de piel, ya que nunca pudo probar su “pureza de sangre” lo que le costó el no poder alcanzar la canongía a que aspiraba, y por último estaba el hecho de buscar una diferenciación con los franceses establecidos en la isla y con las poblaciones de negros que habían en la colonia. Estos factores provocan una reacción en Antonio Sánchez Valverde que le hacen dar el paso a la búsqueda de un origen y definición racial de la población dominicana de la época, que en su cosmovisión se delimitaba a su clase social.

La definición que realiza Antonio Sánchez Valverde sobre la población dominicana comienza con la mención del apego al amor que sentían los criollos hacia la corona española, quienes defendieron su estatus contra las naciones enemigas de España, pero a la vez condenaba el poco respaldo y abandono que los españoles le dieron “olvidándose de todas las batallas y campañas con que 40 años antes habían trabajado incesantemente los criollos españoles contra los franceses por echarle de la isla” . Aquí comienza el proceso en que los criollos fueron apartándose de su apego a lo español, así Antonio Sánchez Valverde va perfilando a la población dominicana como descendiente Española, pero a la vez alejada de dicho tronco, explicaba que “los criollos a proporción que se alejan de su origen europeo, se hacen más sanos, más fuertes y viven más largo tiempo” .

Antonio Sánchez Valverde reconocía la existencia de un sector eminentemente europeo que formaba parte de la población de la colonia “habitantes europeos que atendida a su extinción eran muy pocos” , pero muy significativa a pesar de los pocos que habían; reconociendo su legado de afinidades que dejaban a la población criolla.

Hacía énfasis en la debilidad que representaba la salida de familias “criollas” que según él laceraba la conformación de la población “de las más distinguidas familias que se habían establecido y arraigado, apenas quedaron rastros” . Pero por otro lado elogiaba la inmigración de canarios que representaba un alivio, no sólo a la despoblación en el sentido económico, sino para la conformación social y étnica de la población.

Su concepción hispanista formaba parte de una cosmovisión que se contraponía con los vecinos franceses y con la mayoría de los negros y mulatos pobres, decía que “los franceses en la América lejos de ser superiores a los criollos que llaman y suponen poltrones… que ellos son en efecto los verdaderos holgazanes sensuales que hay en la isla” .

Para Antonio Sánchez Valverde somos descendientes de los europeos y de los aborígenes; recurre al “indigenismo” como medio para explicar la formación étnica-racial de la población de Santo Domingo, realizando un esfuerzo en su exposición para evitar reconocer el mestizaje con los negros, alterando la composición étnico-racial de la colonia, cuando trata de ocultar la existencia de una amplia población negra y mulata. A estos descendientes de españoles y aborígenes les llamó Indo-hispanos “abrir las venas y manchar la sangre, tanto de los Indo-hispanos como de sus progenitores europeos” marcando así una designación de identidad étnico-racial que se ajustaba a sus intereses.

Utilizó categóricamente éste término de “Indo-hispanos” para referirse a los criollos, pudiendo así distinguirla de los españoles, de los aborígenes, de los franceses y de los negros y mulatos; pero a la vez aceptaba sólo como tronco hereditario a los españoles y los aborígenes. Esta noción de indo-hispano respondía a una concepción en donde sólo incluía a la élite social al cual pertenecía Antonio Sánchez Valverde, pero también con esto daba respuesta a las múltiples ocasiones en que fue víctima de discriminación cuando era considerado impuro.

Empleó varias designaciones que respondían a un criterio nacionalista en sus exposiciones para poder diferenciarnos como pueblo, utilizó: “Españoles Criollos”, “Criollos”, “Naturales”, “Criollos Naturalizados”, “Indo-Hispanos” y “Dominicanos”. Es el primer historiador que llama “dominicanos” a la población criolla , el cual se resumía a su grupo “la guerra de Italia por los años 40’ cogió a los dominicanos instruidos y cebados” y que posteriormente se utilizaría para referirse a los pobladores de la parte Este de la Isla.

Tenemos que destacar que Antonio Sánchez Valverde reconocía superficialmente la mixtura de la población, la mezcla con los negros y sus resultados, tejiendo contrasentidos en su exposición, decía que “los habitantes de indias, cuya sangre está tan mezclada con la de los caribes y los negros, que es rarísimo encontrar un solo hombre cuya sangre no tenga mixtura” , en efecto realiza este argumento para reacusar a los franceses de mezclarse con los negros.

Antonio Sánchez Valverde deja entender en su cosmovisión que los dominicanos somos de una clase social única dentro del conglomerado colonial, aunque existían factores sociales y económicos que separaban a la colectividad social, que amparada en elementos étnicos, económicos, sociales y culturales mostraban diferencias notables: por un lado estaba la élite colonial esclavista que a su vez tenía su categorización según el oficio o posición que ocupaba en la administración seglar o eclesiástica; por el otro extremo estaban los libertos (mulatos y negros) pobres dedicados a las actividades primarias de subsistencia, y los negros esclavos, el recurso elemental para el trabajo a su entender.

Conclusión

La noción étnico-racial de la población dominicana, a través de las ideas que expone Antonio Sánchez Valverde en su obra “Idea del Valor de la Isla española”, nos ha permitido adquirir una visión general de la autodefinición de la sociedad dominicana del siglo XVIII.

El panorama histórico en que Antonio Sánchez Valverde expone sus ideas étnicos-raciales sobre la población dominicana se ve influenciado por los intereses particulares y los de su grupo que abogaban por una defensa ante la actitud ofensiva y negligente de los países europeos (Francia y España).

Con una formación católico-criolla en una colonia relegada por la metrópoli, Antonio Sánchez Valverde supo defender a su patria y a los suyos, con un marcado autodidacticismo que dió paso a las controversias. A través de él se pueden encontrar claves esenciales para indagar sobre la determinación racial de nuestra población y las designaciones posibles o correctas que se le han dado. Esto es resultado de las críticas y propuestas que hace Sánchez Valverde con el objetivo de motivar a la monarquía española a permitir ciertas concesiones para desarrollar la economía de la colonia, además de que respondía a su actitud reaccionaria y beligerante ante las discriminaciones que por su color de piel por ser víctima del cabildo eclesiástico.

La exaltación que Sánchez Valverde hace de la población aborigen responde al ajuste que realiza para explicar las afinidades heredadas de ésta población, que al mezclarla con los españoles dio origen a los “indo-hispanos” que es la designación que le atribuyó para referirse a los criollos. Con este criterio va alterando la conformación de la población dominicana porque deja a un lado la gran cantidad de negros y mulatos que cohabitaban en la colonia y que aportaron elementos afrodominicanos a nuestra cultura. El que Antonio Sánchez Valverde no reconociera como parte integral de la población a los negros esclavos está determinada por su visión hacia tales, ya que los veía como simples instrumentos de trabajo.

Tal posición sobre la conformación étnico-racial de la población dominicana que plantea Antonio Sánchez Valverde nos proporciona aspectos importantes para la interpretación historiográfica del sentimiento criollo-nacional. Hay que tomar en consideración que sus reflexiones están dirigidas a los criollos pudientes, pertenecientes a las clases dirigentes, es a éste grupo que llama “indo-hispanos” del cual se siente parte. Pero en definitiva nuestro autor nos traza un panorama sobre las características de la sociedad dominicana de finales del siglo XVIII, donde es posible sacar importantes interpretaciones, no sólo de la estructura étnico-racial, sino también de su visión de lo criollo, la forma de vida del hombre dominicano, las estructuras del sistema económico de la época, del sistema demográfico de la colonia, y del drama de vida de la época.

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• Bibliotecas virtuales.com:
www.bibliotecasvirtuales.com/literaturadominicaana.



















CEVICOS en la enciclopedia virtual dominicana


Cevicos es uno de los cuatro municipios que integran la Provincia Sánchez Ramírez. Posee una superficie de 650 Km² y está situado en la parte sureste de la Región Norte o Cibao. Se encuentra limitado al Norte por el municipio de Villa Riva; al Sur, por el municipio de Yamasá; al Este, por los municipios de Sabana Grande de Boyá y Monte Plata; y al Oeste, por el municipio de Cotuí.

Cevicos recibe el nombre del río que lo baña, para 1606 ya se mencionaba a Cevicos, al hablar el Censo de Osorio de un hato de vacas propiedad de Fernando de Morales, vecino de Cotuí, lo que significa, expresa Rincón en La Mejorada Villa, pág. 193, la posiblidad de que la población de Cevicos no fuera tan antigua como algunos especuladores de la historia oriundo de esta provincia quieren insinuar, indicando la falsedad de que fue fundado a principios del siglo XVI; ahora bien, por deducción es muy posible que esta población comenzara a desarrollarse en los comienzos del siglo XIX (1800). Por decreto 606 del 25 de junio de 1859, siendo presidente el General Pedro Santana, se convierte Cevicos en Común de La Comandancia de Cotuí, el 24 de agosto de 1861, por resolución de la Capitanía General, después de la anexión a España, fue elevado a Puesto Militar por el Comandante Pedro Soto, dependiente del gobierno militar de La Vega. Durante el gobierno de La Restauración volvió a ser Cevicos Puesto Cantonal, por sus campos se libraron diversas escaramuzas, en las cuales participaron muchos cevicanos en defensa de la patria.

Su clima es tropical y su temperatura media oscila entre 24º C y 26º C grado con una temperatura máxima de 39º C grado y mínima de 10º C.

Los productos de mayor cultivo en el municipio de Cevicos son los cítricos: piña, naranja y chinola. También se cultivan productos menores como: arroz, yuca, maíz, batata, plátanos, etc.
Sus principales ríos son: Cevicos, Barranca y Cercado, además, posee un sin número de arroyos. Todos estos nacen y desembocan en el municipio a excepción del Cevicos que desemboca en el río Yuna.

Consta de 5 secciones (Abadesa, Arenoso, Batero, Las Guáyigas y Sabana del Río), con 35 parajes entre los cuales cabe mencionar: Los Cajuiles, Sabana Grande del Maricao, Laguna Grande, Los Tamarindos, Valle Grande, El Ciguar, Doña María, Sonador, Palmar, Batey Doña María, Cuesta Blanca, Batey Jabonico, Cercadillo, Cruce de Mata de Jagua, El Caimito, Joya Fresca, La Cooperativa, Yunita, Las Arenas, etc. y el Distrito Municipal de La Cueva, que tiene 03 secciones (Sabana Grande, La Colecita y Los Peralejos). Posee terrenos muy fértiles, como los de Abadesa y Batero, aunque sus terrenos, en su mayoría, son muy áridos. En la Sección Arenoso existe una mina de arena, la cual es apta para la fabricación de vidrio.

Éste era un "Sitio Territorial" de tránsito indispensable en el recorrido de La Isabela-Puerto Plata hasta Santo Domingo de Guzmán y viceversa, pues, era el único camino que existió desde su fundación hasta el 1865. "Se le llamaba "El Sitio Cantonal", es decir, territorial porque todos los transeúntes, incluyendo los guerrilleros, tenían que hacer posada aquí para descansar ellos y sus cabalgaduras, fueran o regresaran de La Capital". Es ésta la razón por la cual, según se dice, tuvieron que hacer posada en la Sección Arenoso de Cevicos, reconocidas personalidades como las del Patricio Juan Pablo Duarte, el primer Presidente de la República, Pedro Santana y el Dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, entre otras personalidades.

El municipio está circundado por cordilleras, de las cuales la más elevada es el Pico de La Naviza. La cordillera que lo separa (a Cevicos) del municipio de Villa Riva, es ramal de la Cordillera Oriental o del Seybo, que nace en El Aguacate de Cotuí y termina en Higüey.

El municipio de Cevicos es eminentemente agrícola, pero a pesar de esto, existe un déficit significativo en la agropecuaria, pues el nivel de productividad es insuficiente, para satisfacer las necesidades prioritarias del municipio. Entre los factores que originan el déficit de la productividad está la falta de ayuda por parte de las autoridades gubernamentales.

En cuanto al comercio el municipio de Cevicos tiene un activo intercambio comercial principalmente con: Cotuí y la Capital. El sector comercial es el más relevante en el quehacer económico del municipio de Cevicos, pues es el que genera más empleos, exceptuando el gubernamental, ya que en Cevicos no existen industrias y la construcción se encuentra semi - paralizada; no hay en la comunidad bancos comerciales, pero existe una sucursal de la Cooperativa "La Candelaria" que realiza operaciones bancarias.

Entre los aspectos culturales del municipio de Cevicos, se distinguen con nitidez las diversas manifestaciones y actividades folklóricas que a través de ellas los pueblos expresan, como son: las fiestas patronales, el carnaval y las fiestas a los santos patrones de las diferentes comunidades.

Las fiestas patronales se hacen en honor a Nuestra Señora del Pilar que empiezan el día 3 de Octubre y terminan el día 12 del mismo mes. En estas se destacan actividades como el Bastón Ballet, las carreras de caballos, el palo encebado y una serie de actividades que se celebran cada año.

Entre las fiestas patronales de mayor aceptación en las comunidades, cabe mencionar: la Virgen del Pilar (patrona del municipio), La Virgen de la Altagracia (patrona de las comunidades): Los Cajuiles, Jabonico y Sabana del Río), San Antonio de Padua, en Los Peralejos, San Martín de Porres, en La Cueva, etc.

En el carnaval se presentan varias comparsas con diferentes disfraces coloridos en el cual predominan los papeluses, los cuales son disfraces de papel periódico con mascaras de tierra que deleitan a todos los Cevicanos, además varias personas representan algo diferente cada año. Unos se disfrazan de papel, otros de fundas y otros de hojas de plátano secas.

Los pobladores con sus rasgos culturales propios están más o menos al lado de aquellas actividades religiosas que hacen parte del Folklore como las fiestas de atabales, destinadas al patrón de cada una de las comunidades. Entre las personas que más se han destacado en el sentir cultural tenemos a: Domingo Regalado, primer maestro Cevicano, Rufina Leonisio, Negro Mamanica. Folkloristas; Salvador Andrés Torres, María Mercedes María, José E. Morillo J., Porfirio Amezquita, entre otros.

El municipio tiene una parroquia cuyos orígenes se remonta a finales del siglo XIX, cuya patrona es la virgen del Pilar. Los pobladores con sus rasgos culturales propios están más o menos al lado de aquellas actividades religiosas que forman parte del folklore autóctono, como las fiestas de atabales, destinadas al patrón de cada una de las comunidades.

El municipio de Cevicos cuenta con un hospital público en la parte urbana, dos parques, los cuales son: Duarte y Hermanas Mirabal, un convento de monjas, una casa curial de sacerdotes, una biblioteca municipal, un ayuntamiento, una clínica privada de nombre: "Nuestra Señora del Pilar", etc.

En todo el territorio del municipio, los hombres del campo y los habitantes de los barrios se han esforzado en su propia superación, organizándose en distintas asociaciones en busca de diversión y de ampliación de sus conocimientos culturales. Hoy se encuentran reunidos en varias asociaciones y juntas de vecinos, estas a su vez conforman tres federaciones que son: El Pilar, San Isidro y Rivera del Payabo.

Jóvenes y mayores se reúnen para practicar algunos deportes: Béisbol, Baloncesto, Voleibol, Dominóes, entre otros deportes.
La Religión de este municipio la mayor parte está concentrada en la Católica. También existe la Evangélica.

Las principales actividades económicas de Cevicos giran en torno al sector agropecuario, que constituye, la mayor fuente de empleo. El cultivo de las piñas absorbe la mayor parte de los puestos de trabajos en sus distintas facetas de campo y empaque y otra parte de los trabajadores se dedica al cultivo de frutos menores, como los cítricos, la yuca, el arroz y el maíz, entre otros víveres de producción local. "Se prevé que el cultivo de la piña seguirá representando por muchos años el principal recurso económico y la principal fuente de trabajo del municipio. La crianza del ganado vacuno constituye, también, una de las principales fuentes de ingreso económico para la población.

En la actualidad está en funcionamiento un colegio privado, el cual lleva por nombre Juan Pablo Duarte, en el mismo se imparten el Nivel Inicial y Básico hasta el 6to grado. La Cueva: este nombre es dado por la gran cantidad de cueva que tiene esta sección (hoy Distrito Municipal) donde según nuestros antepasados en este lugar habitaban los "Indios".

Sabana Grande: En este lugar hay dos sabanas próximas, una más grande que otra, comenzó a tener una gran población y por tal motivo recibe este nombre.

Saballo: El nombre de esta comunidad se debe en razón a que en los tiempos de la colonia en esta comunidad se ubicó un español de apellido Saballo y los transeúntes o personas que viajaban por el camino que conducía a la capital y otros a Pimentel descansaban o hacían parada donde el seño Saballo, de ahí su nombre.

Los Peralejos: Esta comunidad recibe este nombre en honor a un arbusto que existía en gran cantidad en la sabana de la comunidad y este era utilizado para lijar los objeto de higüero que se fabricaban y que eran utilizado como utensilio doméstico.

Orígenes de los nombres
Abadesa: Este nombre se debe a que un señor que vivía en la región, hoy sección de abadesa por donde transitaban lo que iban hacia Bayaguana, Monte Plata entre otros. Este señor era muy hospitalario, las personas que viajaban a los lugares, ya mencionados se quedaban a dormir en su casa.

Al morir este señor su esposa siguió las mismas normas de hospitalidad Cuando a una persona transitaba por ese lugar siempre le preguntaban los demás "¿Dónde había amanecido?" Si lo había hecho donde el señor Abad, decían que en abadesa.

Arenoso: Se debe este nombre por su tierra muy arenosa e inclusive, un paraje de estos es llamado "Las Arenas" posee una gran mina de arena y de vidrio que pertenece a la fábrica de botellas de San Cristóbal.

Batero: El nombre de la sección de Batero se debe a que uno de sus primeros pobladores era fabricante de bateas de raíces de Ceiba, higo y otros troncos; por lo que las personas decían: "vamos para donde el bateero", de donde se deriva el nombre de Batero.

Las Guáyigas: Se debe su nombre a que en esta zona abundaba una planta llamada "Guáyigas", planta tuberosa de almidón, de esta planta preparaban un gran alimento a los niños. El nombre de esta planta es de origen indígena, la cual las personas la utilizaban para hacer una torta, a la cual le llamaban "Chola".

Sabana del Río: Se debe a que el agua del arroyo sólo se podía usar para el consumo humano, por lo que las mujeres residentes a las orillas de estos ríos o arroyos tenían que ir a lavar al río Cevicos. Las mujeres siempre lavaban primero las sábanas. Cuando le preguntaban a alguien que donde encuentra a tal o cual persona contestaban: "más allá de la sabana del río".
Producción de Piña
La piña ha tenido un gran desarrollo en Cevicos, pues el Municipio es complemente agrícola este producto ha sustituido a los demás rubros, puede decirse que desde que la plantación de piña se formalizó como medio de producción en gran escala ha sido el medio económico de mayor alcance para los Cevicanos y la forma de vida para la mayoría de nuestros habitantes. Esto se explica en la medida en que lo que siembran grandes cantidades, han podido adquirir fortunas, pero a la vez hay una enorme cantidad de personas que de una u otra manera extraen de ahí el sustento familiar.

En el período comprendido desde 1982 hasta 1983, los sembradores de piña tuvieron una baja a la llegada de la compañía Dole Dominicana que sembraba cantidades inmensas y utilizaron el mercado, tanto internacional, como local, vendiendo a bajo precios, lo que llevó a la quiebra a muchos de los sembradores criollos.

Se han encontrado diversas manifestaciones de plantas heterogéneas e híbridas, también se ha encontrado una gran variedad que han sido introducidas desde muchas partes del mundo.
Desde su inicio hasta la fecha esta producción de piña a elevado el nivel de muchos habitantes de la zona. En el año 1984 y 86 surge en el municipio de Cevicos un gran acontecimiento para el desarrollo de este municipio.

Dicho acontecimiento surge en el 1984, cuando unos de los primitivos de la siembra de piña en Cevicos trajó el criollo (hijuelo) para así probar que la tierra por su humedad era muy buena para este tipo de producción.
El primero en traer la siembra de piña a Cevicos lo fue el Ing. Héctor Manuel Sánchez, quien poco a poco con un gran apoyo de los hombres Cevicanos fue creciendo, pusieron su empeño y así colocan el fruto en el mercado. Mujeres y hombres trabajaban día a día para empacar el fruto y luego ser exportado, tanto al exterior como al interior del país.
Este fruto se desarrolló de una forma muy exitosa teniendo sus altas y sus bajas en el mercado. Luego de el éxito obtenido por el Ing. Sánchez, llega a Cevicos su hermano Amado Sánchez (fallecido), quien para seguir la producción de piña este se casó con una joven llamada Amparo con ésta procreó un hijo.